RECEPTOR: quien recibe el mensaje

En el caso de que el receptor sea el/a residente, en orden a una mayor eficacia de transmisión de los contenidos de los diferentes mensajes, se debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

– La motivación de los/as residentes de cara al contenido del mensaje, que habrá de favorecerse si no existe.

–  Las experiencias anteriores del/a residente en lo que respecta al contenido. Para la eficacia del «mensaje», es fundamental que se conozcan los conocimientos previos del/a residente con el fin de adecuar el mensaje al nivel de los/as residentes (control de los pre-requisitos por medio de un test previo, cuestionario previo a la actividad).

–  Las percepciones con respecto al mensaje, el interés o desinterés que puedan tener los/as residentes, si lo consideran útil, etcétera.

– Opinión previa de los/as residentes en lo que se refiere al tutor/a de residentes: profesionalismo, comunicador/a, motivador/a de acción, etcétera.

– Condiciones físicas y anímicas del/a residente, hechos que pueden dificultar, en gran medida, la comprensión y receptividad del mensaje.

                         CODIGO: sistema de signos y reglas que permite formular y comprender un mensaje (lenguajes con que se expresan los mensajes en la comunicación).

Ejemplo: Jerga de algunos grupos o etnias (jóvenes, inmigrantes, canteros, etcétera).

              CANAL: vehículo o medio de transmisión de mensaje

Ejemplo: la escritura, los gestos, estímulos sensoriales, etc. Cuanto mayor fuera el número de canales utilizados en el proceso de comunicación, mayor seguridad se tiene de que el mensaje llegue al destinatario/a.

                         CONTEXTO: realidad o situación determinada en la que se da la comunicación.

Ejemplo: Consulta médica, sala de espera, sala de pruebas complementarias, hospital, aula, biblioteca, sala de exploraciones,  sala de enfermos hospitalizados.

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Fotografía extraída del blog: http://plini.files.wordpress.com