2. Lenguaje escrito

   Aspectos sobre la elaboración de material impreso a tener en cuenta por el/a tutor/a de residentes

El material impreso debe realizarse siguiendo unas normas y procedimientos:

En primer lugar, este material debe ser algo más que una presentación secuenciada de contenidos. Deben organizar y orientar el trabajo del/a residente previniendo sus posibles dificultades en el aprendizaje.

Para que el material impreso adquiera la categoría de didáctico, debe tener un tratamiento específico en sus contenidos, es decir, debe estar estructurado de acuerdo a los principios que promueven y facilitan los procesos de enseñanza-aprendizaje. Para que esto sea posible, el material debe contar con organizadores previos (instrucciones), objetivos de aprendizaje, ejercicios o práctica, evaluaciones (diagnósitica, formativa o continuada, sumativa o administrativa, diferida y auto-evaluaciones), bibliografía básica y complementaria, etcétera.

La guía didáctica, organizada en unidades de aprendizaje, debe incluir orientaciones concretas con el fin de que el/a residente sepa en qué momento de su aprendizaje se encuentra y las técnicas que debe utilizar.

Los materiales impresos son un medio esencial en la enseñanza en la medida que resultan imprescindibles para poner en marcha actividades, dar seguridad a los/as residentes, revisar los aspectos a mejorar, etcétera.

Los textos impresos deberán reunir una serie de características:

  • Claridad en la redacción.
  • Concretización.
  • Cuidada estética y presentación.

Como tutores/as de residentes prestaremos especial atención al momento idóneo de la distribución del material escrito. Tal distribución deberá ser progresiva y adaptada a los objetivos de cada sesión.

No debe pues, considerarse el medio didáctico escrito como un libro de texto, es un recurso y apoyo, es un instrumento de comunicación docente entre tutor/a de residentes y residentes.

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