La expresión “Habilidades Sociales” es definida como un repertorio de comportamientos verbales y no verbales, a través de los cuales el/a tutor/a de residentes influye en las respuestas de los/as médicos residentes en el contexto interpersonal.

Este repertorio actúa como mecanismo a través del cual los/as tutores/as de residentes inciden en su medio ambiente obteniendo, suprimiendo o evitando consecuencias deseadas y no deseadas en la esfera social.

En la medida en que tienen éxito para obtener consecuencias deseadas y evitar o escapar de las no deseadas sin causar dolor a los demás, se considera que tiene habilidades sociales.

Las habilidades sociales significa la forma en que nos comportamos y lo que decimos cuando estamos con los demás.

Todos sabemos que hay “buenas maneras” y “malas maneras” de hablarle a las personas. Al aprender las habilidades sociales  aprendemos las buenas o apropiadas maneras de hacerlo.

Es importante aprender estas habilidades porque nos hacen más felices y dan como resultado menos problemas con los demás.

La palabra social significa como nos llevamos con los demás. La palabra habilidades significa la capacidad o talento que hemos aprendido o desarrollo al practicar o hacer algo cada vez mejor.  Por lo tanto, las habilidades sociales se refieren a nuestra habilidad para congeniar con los demás. Como es fácil de suponer, existen muchos y diferentes tipos de habilidades sociales.

Las habilidades sociales  cubren diferentes áreas. Una de las ideas básicas de la enseñanza de habilidades sociales consiste en que el/a tutor/a de residentes aprenda a observar la diferencia entre el comportamiento social pasivo, agresivo y asertivo.

Cuando alguien actúa de forma pasiva no se expresa a sí mismo. Deja que los demás le manden, le digan lo que tiene que hacer y, generalmente, no defiende sus propios derechos. Por regla general, sus necesidades, opiniones o sentimientos son ignorados, y puede que en alguna ocasión otras personas se aprovechen de él/ella.

En el otro extremo se encuentran las personas que son agresivas. Tienden a mandar e intimidan a los demás. Critican a los demás y los humillan. Solo se preocupan por conseguir lo que ellos/as desean y cuando ellos/as quieren. Rara vez se preocupan por los sentimientos de los demás y con frecuencia se pueden buscar problemas.

Por lo tanto, queda claro,  que tanto el comportamiento social pasivo, como el agresivo, no son la mejor forma de relacionarse con los demás. Introduciremos una nueva palabra: asertividad.  Ser asertivo significa dejar que los demás sepan lo que sientes y piensas de una forma que no les ofenda, pero al mismo tiempo te permita expresarte. Puedes reconocer y respetar los sentimientos, opiniones y deseos de los demás de forma que no te impongas y que te permita que los demás no se aprovechen de ti. También significa defender tus propios derechos e intentar siempre ser honrado/a, justo/a y sincero/a. Ser asertivo/a no es solo una cuestión de “buenas maneras”, es una forma de comportarse ante los demás de modo que les permite conocer tus sentimientos e ideas sin atropellar o ignorar las suyas.

Las VENTAJAS de tener unas buenas habilidades sociales son:

  • se comprende mejor a uno/a mismo/a.
  • se comprende mejor a los demás.
  • se comunica mejor con los demás.
  • se hacen más amistades y se conocen mejor a las que ya tenemos.
  • se juega un papel más importante en la familia y se está más implicado en las decisiones de la misma.
  • conlleva una mejor adaptación social.
  • se siente mejor uno/a consigo mismo/a.

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