El 25 de Agosto de 1895 se publicaba en la Habana en La Tierra Gallega (Semanario de Intereses Regionales) cuyo Director Literario era M. Curros Enríquez la noticia: Los Baños del Tremo.

Son estos preciosos baños, en Brión, la admiración de cuantas personas los visitaban, por sus condiciones mineralógicas, limpieza e higiene.

Al frente de ellos como médico director, se halla el distinguido Lcdo. D. Rufino Antelo, que dicho sea en honor a la verdad, dedica la mayor parte del tiempo al cuidado de los enfermos.

Sus propietarios tratan de proporcionar comodidades para los bañistas: buenas bañeras de mármol, agua suficiente a todas las temperaturas por potentes grifos de bronce, jardines que con la fragancia de sus diversas flores, embalsaman el ambiente y cuanto pueda desear el gusto más caprichoso.

La gran botica del Sr. Pereiro en elegantísima casa, pequeños hotelitos, panadería, tienda de ropa, café y billar para hacer grata la estancia.

Las romerías que aquí se celebran están sumamente concurridas, pues además de ser muchos los recién llegados de Cuba y Buenos Aires, contribuyen también a darles realce los jóvenes de la buena sociedad santiaguesa, que en bicicletas se dirigen a esta petit-ville donde  por las tardes, y en caprichosas glorietas, cubiertas de pasionarias, se celebran animados bailes, al acorde de armoniosas guitarras y bandurrias.

Para mi esta noticia tiene mucho valor por diversos motivos: la fecha: 1895, publicada en La Habana, La Tierra Gallega ( (Semanario de Intereses Regionales), Director Literario era M. Curros Enríquez, lo bien descrito del balneario del Tremo y su entorno y por último hace referencia «como médico director, se halla el distinguido Lcdo. D. Rufino Antelo, que dicho sea en honor a la verdad, dedica la mayor parte del tiempo al cuidado de los enfermos. (mi bisabuelo).