Una historia relativa a la perseverancia.
El centro de formación que tengo el placer de dirigir, www.areasdeformacion.com, posee al fondo de sus instalaciones, un área de bambú de gran esplendor y antigüedad. Las varas desarrolladas superan los 10-12 centímetros de diámetro. Han sido identificadas como: Phyllostachys viridiglancescens.
Muchas personas que vieron mi plantación de bambú, quedaron admiradas y algunas me pidieron plantarlo en sus terrenos, pero posteriormente me comentaban que no le crecía.
Del bambú podemos aprender una importante lección.
Investigando descubrimos que el bambú japonés no sale a la superficie durante los primeros cinco años, transcurridos los cuales puede llegar a crecer más de treinta metros en solamente seis semanas.
Durante los primeros años el bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a permitirle luego un crecimiento importante en un corto período de tiempo.
¿Qué similitud tenemos con el bambú las personas adultas?
- En general los adultos tenemos impaciencia por conseguir los resultados.
- También requerimos modificar nuestros hábitos: lo cual precisa tiempo.
- Cuando no logramos nuestros objetivos inmediatamente, muchas veces nos desanimamos y/o los abandonamos con pensamientos limitantes. Incluso llegamos a abandonar el proyecto.
Así como el bambú requiere perseverancia, lo mismo ocurre en la vida.
Moraleja: algunas veces no conseguimos los objetivos y no debemos desesperarnos… quizá sólo estemos echando raíces.
…y para finalizar, dos complementos:
- “Con paciencia y tranquilidad se logra todo… y algo más”. Benjamín Franklin.
- “La flor del loto no crece más deprisa porque tires de ella hacia arriba, todo tiene su tiempo de maduración” (Aforismo Chino).
Muy bueno,lo voy a comparir co mis colegas.