CLASIFICACIÓN DE LOS OBJETIVOS(I):
Vamos a mencionar los dos criterios más frecuentes:
1) Por el nivel de precisión (nivel de abstracción) con que se expresa la conducta que se quiere alcanzar:
- Generales
- Específicos
- Operativos
2). Según el tipo de conducta perseguida:
- Cognoscitivos
- Psicomotores / Psicomotrices
- Afectivos
1) Nivel de precisión:
- Generales
- Específicos
- Operativos
Unos objetivos expresan o recogen conductas muy específicas y otros recogen conductas bastante generales; entre unos y otros existen diferentes niveles.
Objetivo general:
Es un enunciado que expresa de forma global los resultados que ha de conseguir el/a participante.
Indica el fin último que pretendemos alcanzar.
Se refiere a los resultados generales y complejos que se quieren conseguir.
Dado su carácter general, las conductas que se quieren lograr se exponen de forma poco precisa.
El objetivo general abarca en su formulación, todos y cada uno de los objetivos específicos.
Objetivos específicos:
Son objetivos intermedios ya que se pueden considerar etapas obligatorias para llegar al objetivo general.
La consecución de estos objetivos intermedios aseguran el dominio del objetivo general.
Presentan un mayor nivel de concreción.
Surgen de analizar y «descomponer» los objetivos generales en actividades y competencias más sencillas.
Los objetivos específicos se les incluyen en una clasificación de objetivos, como un eslabón entre los generales y los operativos.
Objetivos operativos:
Presentan un mayor nivel de concreción.
Es un enunciado que expresa de forma concreta, explícita y observable, los resultados que van a conseguir por los/as participantes.
Tienen un carácter unívoco, es decir, la conducta a conseguir se expresa con certidumbre y claridad.
Son los que más directamente guían el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Son la base para la evaluación del aprendizaje.
Los objetivos operativos también se llaman objetivos criteriales porque incluyen en su formulación el criterio para evaluar el aprendizaje, especificando el nivel de perfección o de corrección que debe presentar la tarea requerida para considerarla satisfactoria.
Tradicionalmente, se consideraron los objetivos operativos el referente para la evaluación del aprendizaje de los/as participantes.
Son concreciones de los objetivos generales y específicos.
Aluden a conductas observables y medibles y, por tanto, se pueden evaluar directamente.
Nos permiten evaluar el grado de asimilación de contenidos y el éxito o fracaso del plan de formación en el colectivo sobre el que se haya puesto en marcha.
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